Uno no compra tallos ni hojas. Cuando uno compra un árbol para establecerlo en campo, lo que está comprando es una buena raíz, y nosotros producimos la mejor
Juan Pablo Fernández, gerente del Vivero GranHass Avocados
En diálogo con Juan Pablo Fernández, gerente y socio del Vivero GranHass, nos habló de su sueño y pasión por el aguacate.
Explicó que la empresa se dedica a la producción de material vegetal de excelente calidad, precisando que el proceso se lleva a cabo con semillas utilizadas como patrón de origen nativo/común injertadas después con yemas provenientes de aguacate variedad Hass, Semil, Choquette, Trap/Lorena y Santana entre otros.
El vivero se encuentra localizado en Tunia, un corregimiento del municipio de Piendamó en el corazón del departamento del Cauca, y, cuenta con las condiciones climáticas idóneas para el adecuado desarrollo de las plántulas de aguacate. En ese sentido, Fernández explicitó: “Para garantizar que nuestras plántulas de aguacate sean de la mejor calidad, realizamos un proceso de estricta selección y tratamiento de semillas y yemas utilizadas para injertación; así mismo implementamos un proceso centrado en el cuidado del crecimiento y desarrollo de cada individuo producido, evitando atrofias, bifurcaciones y malas formaciones de raíz”.
Sobre las decisiones y factores que han incidido en el excelente resultado del producto, enfatizó:
“La primera decisión que tomamos en el proceso de producir nuestro primer lote de material vegetal, era definir el tamaño de la bolsa. Para mí era súper importante y fundamental que la bolsa que alberga ese material seis o siete meses fuera una bolsa de muy buenas dimensiones”, lo que califica y recuerda como “un gran acierto con los productores, dado que una bolsa grande incide de manera directa en la garantía de una buena raíz”.
El segundo factor, fue entender cuáles eran los materiales propios para utilizar como patrones; de esta manera “ubicamos las zonas geográficas en el departamento del Cauca que nos ofrecieran patrones idóneos, que tuvieran la longevidad y adaptabilidad a las condiciones del clima y suelo no solo de nuestra región sino de las regiones del país donde hoy se quiera desarrollar un proyecto productivo de aguacate con nuestro material. Tratamos siempre de utilizar patrones criollos del departamento que tradicionalmente se conocen como de muy buena calidad en todo el país”. El escoger las zonas geográficas que altitudinalmente sean compatibles con las zonas donde se cultivará nuestro material, nos permite disminuir la incompatibilidad genética que hoy se presenta en otras regiones del país donde utilizan materiales nativos de climas cálidos para posteriormente injertar yemas de la variedad Hass, incompatibilidad que no permite una buena expresión del potencial genético de los arboles sembrados en campo».
En tercer lugar, estandarizar un protocolo de producción también resultó ser una clave de éxito. En el proceso de aprendizaje de cuántos y cuáles suministros usar, cantidades, periodicidad de aplicaciones, etc., describe: “En un comienzo fue difícil, posteriormente en nuestra decisión honrada de producir material de alta calidad logramos estandarizar, por ejemplo, cuántas fertilizaciones, cuántos riegos semanales y mejorar nuestros procesos de calidad. Eso nos permitió llegar al final del proceso con un árbol de muy buen vigor y raíz”.
El sustrato: “Este producto preparado en el Vivero que alberga la raíz en su proceso de maduración en bolsa durante al menos un semestre, no solo es muy bueno por el contenido de materia orgánica, su porosidad y permeabilidad sino por la sanidad del mismo. Es bien sabido que el aguacate es un cultivo susceptible a muchos hongos que afectan la raíz y en GranHass somos exhaustivos en la desinfección e inoculación posterior de este sustrato con microorganismos benéficos». Puntualizó Fernández.
Finalmente, las yemas que utilizamos en el proceso de injertación son cosechadas en fincas previamente seleccionadas y registradas ante el ICA que, además, superan producciones anuales de 15 toneladas por hectárea, lo que nos ayuda a garantizar que el material que entregamos una vez llegue a producción pueda expresar todo su potencial genético, y el productor alcance los más grandes rendimientos.
Nuestro objetivo siempre será tener clientes testimoniales, que sobrepasen expectativas y fronteras con el fruto dado por árboles provenientes de nuestro material vegetal.